Retomamos nuestros artículos de técnica de esquí, con un consejo que podrá suponer un gran cambio para aquel que lo siga: esquiar por presión o por carga. Descubre cómo transmites la fuerza al esquí, corrige aquello que sea necesario para mejorar tu técnica, ¡y a disfrutar!
La trascendental revolución del carving (¡han pasado veinte años y todavía hablamos de ella!) se basó en la modificación de las cotas de los esquís, que pasaron de ser rectos a tener una curvatura lateral muy pronunciada.
Gracias a este cambio geométrico, nuestro deporte cambió por completo y la acción de trazar las curvas dejó de ser un exigente ejercicio de técnica para convertirse en algo mucho más fácil y accesible. A pesar de ello, los esquís no giran solos, hay que seguir “esquiándolos”. Debemos transmitir las fuerzas de forma adecuada para que éstos efectúen los virajes de manera firme y dirigida.
El quid de la cuestión está en cómo aplicar estas fuerzas a los esquís para que respondan como queremos. No se trata simplemente de ejercer fuerza sobre ellos; hay que hacerlo de la forma adecuada.
¿Presión o carga? Dos maneras muy diferentes de hacer aparentemente lo mismo, pero con resultados bien distintos. Atentos al artículo de hoy, porque tiene más miga de lo que puede parecer. Seguro que más de uno se sentirá identificado con el tema; si es tu caso, lee con atención, abandona la carga y pásate a la presión. El cambio es espectacular.
Por carga
Con los esquís rectos de la era pre-carving, doblar los esquís era mucho más complicado, pues su geometría ayudaba bien poco. Lo que hacía el esquiador era transmitir presión al esquí a través de una flexión de las dos piernas, cargando el peso como si esquiáramos con un yunque de 200 kg entre los brazos. De esta manera, el esquí se doblaba y trazaba el viraje.
La foto superior es una lección magistral de cómo aplicar el apoyo a los esquís por carga: nuestro demostrador, Javi Abajo, “se sienta”, flexionando ambas piernas e induciendo al fallo de forma instantánea.
Lo que hace es retrasar el centro de gravedad, provocando una pérdida de la centralidad. La flexión simultánea de ambas piernas hace que el esquí exterior permanezca demasiado adelantado, dejando al esquiador rotado al final del viraje. Una situación poco menos que ¡dramática!, ya que finalizaremos el viraje mal, sin contrarrotación, sin el necesario apoyo diagonal que nos encare hacia el exterior de la curva y con una posición que implicará comenzar mal el siguiente viraje.
Por presión
En este otro caso, Javi trabaja por presión. Envía las presiones al esquí de forma activa, a través de una extensión de la pierna exterior, empujando progresivamente con el pie contra el suelo como si de una patada dosificada se tratara.
El esquiador siente en todo momento que está “sobre” la bota, y las fuerzas resultantes de este movimiento son las que van a permitir que su centro de gravedad se quede en su sitio, bien centrado. Además, este trabajo con la pierna exterior facilita una flexión de la pierna interior que nos permitirá, según la velocidad que llevemos, jugar con la inclinación evitando flexionar ambas piernas a la vez.
Como podéis ver en la imagen superior, nuestro fotógrafo ha “cazado” a Javi en el momento de mayor presión, con una posición centrada, el correcto apoyo diagonal que adelanta ligeramente el esquí interior y dispuesto a iniciar el siguiente viraje desde una posición… ¡óptima!
Consejo
En este caso, el consejo es sencillo y válido para cualquier esquiador: practicar el apoyo por presión con los giros en cuña, haciendo un trabajo de independencia de piernas. La pierna que gobierna el giro extiende y la otra flexiona, y así alternativamente. ¡Que no os dé vergüenza hacer algunos virajes en cuña! Esquiar por presión o por carga marca una gran diferencia. Te garantizamos que, si eres esquiador “por carga” y pasas a esquiar “por presión”, notarás una gran mejora.
Texto: Dani Maza, demostrador de Esquí
Esquiador: Javi Abajo, demostrador de Esquí
Fotos: Juan Lorenzo Magariño
Yo no estoy de acuerdo. Tal y como está explicado parece que hay que estirar la pierna exterior y éso nos va a dejar sobre la interior. Al principio del giro hay que presionar generando una flexión sobre tobillo, rodilla y cadera para conseguir un buen apoyo que nos permita, al angular en la segunda fase del viraje, aguantar la fuerza centrífuga. Para presionar hay que tener un apoyo, o dicho de otro modo, si no hay una base de sustentación no hay dónde presionar.
Comentarios sobre la “vuelta a las raíces del esquí” y las tendencias que van a predominar en los próximos años frente al carving en las escuelas de Alemania, Austria y Suiza aunque no veo que estas tendencias se refleje en España.
El carving esta fuera de moda: “ derrapado pero no recortado”.- Carven ist out, das ist der neue Ski-Stil “Gerutscht, nicht geschnitten”.
Vuelta a las raíces del esquí según la cual después del carving se regresa a una forma de esquiar más estética: wedeln, godille, virajes cortos rápidos, encadenados y derrapados con los skis juntos y paralelos. En los años 90 el carving supuso un salto cuantitativo que afectó profundamente y de forma positiva a este deporte y cuya nueva técnica en pocos años modificó profundamente la imagen del esquí en las pistas. Actualmente nos encontramos ante el comienzo de una revolución que en contraposición a la forma de esquiar definida por conducir el esquí exclusivante sobre los cantos evoca las raíces del esquí trayendo nuevamente ligereza, gracia-encanto y elegancia a las montañas. Naturalmente que el carving no desaparecerá completamente de las pistas ya que se reservará para un pequeño círculo de esquiadores. La mayoría, según la opinión del de las escuelas de esquí de Salzburg, es de que volverá una placentera nueva forma de esquiar con el regreso del wedeln a las pistas.- Back to the roots, nach dem Carven kehren wir zurück zum schön Skifahren, es wird gewedelt. Stellte der Umstieg auf Carvingski in den 90er Jahren einen Quantensprung dar, der den ganzen Sport positiv erschütterte und dank der neuartigen Skitechnik innerhalb weniger Jahre das Bild auf den Pisten gänzlich änderte, stehen wir heute wieder am Beginn einer solchen Revolution.Waren die vergangenen Jahre geprägt von erschütterte Fahren auf den Kanten, besinnt man sich auf die Wurzeln des Sports zurück und bringt Leichtigkeit, Anmut und Eleganz zurück auf die Berge. Natürlich wird das Carven nicht gänzlich von der Bildfläche verschwinden, es wird nur einem kleineren Kreis unter den Skifahrern vorenthalten sein. Die breite Masse, so die Meinung der Salzburger Skischulen, wird auf die neue, genussvolle Art des Fahrens umsteigen und das Wedeln zurück auf die Pisten bringen.
Las escuelas austriacas de esquí disponen todavía de dos años para formar a sus profesores de esquí en el nuevo estilo que tras este tiempo será obligatorio. Por lo tanto el estilo carving que se ha enseñado desde hace años y que es seguido por la mayoría de esquiadores se considera la nieve de ayer.- Österreichs Skischulen haben nun noch zwei Jahre Zeit, ihre Skilehrer im neuen Stil auszubilden, danach ist er verpflichtend. Der Carving-Skistil, der seit Jahren gelehrt wurde und dem die Masse der Skifahrer folgt, ist dann Schnee von gestern.