Todo lo que debes saber sobre las botas de esquí

Al igual que hemos hecho con los esquís, intentando explicaros más a fondo su geometría, las tecnologías de construcción o cómo escoger la talla para que podáis elegir sin problemas, ahora os daremos a conocer unas nociones básicas sobre las botas de esquí, para que vuestra elección sea igual de acertada.

En esta ocasión dividiremos el tema en tres artículos en los que os hablaremos de las botas, de su dureza y de la talla y posibilidades de personalización.

Las botas son el elemento más importante de nuestro equipo. Son nuestro nexo de unión con los esquís, a través de ellas recibimos la información de lo que ocurre bajo los pies y transmitimos nuestras órdenes al terreno. Las botas adecuadas te harán mejor esquiador, sin duda. Así que dedica a su elección toda la atención y el tiempo que sea necesario.

Las botas tienen sexo

Los pies del hombre y de la mujer son diferentes. En consecuencia, las botas de esquí también; todas las marcas diferencian claramente sus gamas masculina y lady. La anatomía femenina requiere botas algo más bajas para dejar espacio a los gemelos, suelen tener el talón ligeramente elevado y una protección térmica superior. Además de un índice de dureza algo inferior al de su equivalente para hombre.

La horma, la precisión y la comodidad

El confort y la precisión en una bota de esquí son dos cualidades opuestas, difícilmente alcanzables simultáneamente al 100 %. Las de competición son estrechas y tienen un botín delgado que las hace incómodas y frías. Las de gama alta y media son más anchas y el acolchado interior es generoso, pero lo que se gana en confort y en aislamiento térmico se pierde en precisión. La anchura de la bota en los metatarsos (la parte más ancha del pie, justo antes de los dedos) es la medida más indicativa de la horma de una bota. Las de competición están entre los 95-98 mm, mientras que la horma más universal en botas de gama alta es 100 mm. Las más confortables se mueven entre los 102 y 105 mm de anchura.

Los calcetines también cuentan

Tan importante como la elección de una bota adecuada a tu pie, es la elección de los calcetines. No todos los esquiadores les prestan la importancia que se merecen y, sin embargo, la diferencia entre utilizar un calcetín normal y uno específico es abismal.

Los calcetines para esquiar son largos y relativamente finos, aunque están confeccionados con fibras térmicas. Quedan ajustados, evitan costuras en puntos conflictivos e incorporan refuerzos en las zonas de mayor roce con la bota, como la espinilla, el talón o los dedos.

La acción de compra

Básico y fundamental, acude a un establecimiento especializado. En la elección de las botas, el asesoramiento del técnico es imprescindible y debe ser individualizado, ya que no existen dos pies iguales. Hay verdaderos expertos en la materia, con amplios conocimientos y experiencia en la problemática del ajuste pie-bota. En todo caso, en el momento de elegir debes tener presente dos reglas de oro:

En primer lugar, prueba diferentes marcas. Modelos similares calzan distinto, tanto por sujeción como por anchura, dureza e incluso talla. Así que, una vez decidido el tipo de bota que quieres, prueba todas las posibles candidatas que haya en la tienda. Cuantas más, mejor.

La otra regla imprescindible es elegir por sensaciones. Deja a un lado cualquier consideración estética. Aprieta los cierres, flexiona, camina por la tienda… Es especialmente importante que sientas el talón bien sujeto y que no se levante si intentas ponerte de puntillas dentro de la bota. Si la que mejor te calza es la más fea de todas, no lo dudes: ésa es la que te debes quedar.

Sabemos que quizá es mucha información para asumir en unos minutos, especialmente si sois recién llegados al mundo del esquí. Pero seguro que tras conocer estas nociones básicas sobre las botas de esquí ya os sentís un poco más preparados para tomar la decisión, aunque aún faltan dos lecciones muy importantes, la dureza y cómo elegir la talla.