Tras las bambalinas en el descenso de las finales de la Copa del Mundo

Tras las bambalinas en el descenso de las finales de la Copa del Mundo

Hacía dos años que muchos esperábamos este momento. Y ya lo tenemos aquí. Las finales de la Copa del Mundo en casa son una realidad. Y para empezar, el plato fuerte, el descenso. Nunca antes se había disputado un descenso de Copa del Mundo en nuestras montañas, así que un motivo más para acudir a Grandvalira y estar allí.

La primera ventaja de tener las finales respecto a una prueba, la gente. Las finales tienen pruebas entre semana y eso siempre da mayor comodidad para acudir a ver las pruebas.

Sólo llegar, visita rápida a ver el montaje y ya veo a Aleksander Aamodt Kilde, que le están haciendo una entrevista a pocos metros. Esto pinta muy bien.

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Los días previos había estado dando la paliza a Judith Lluent. Que si se puede ver el salto, que dónde ir,... Porque una de las cosas que más llama la atención de las finales es la velocidad a la que se despachan las pruebas. Sólo algo más de 20 corredores, que bajan en un suspiro. Hay que organizarse bien para poder estar en todas partes.

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Me gusta este monumento a la pista Àliga. Es como obligado parar a haccerse una foto.

Empezamos en la zona del portillón, en una zona restringida. Vale mucho la pena ver cómo preparan las carreras los corredores. Estamos acostumbrados a verlo por la tele, pero los planos son tan cortos que no te haces demasiado a la idea de cómo es. Aquí es con diferencia donde lo he pasado mejor.

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Jansrud, Roulin y Paris

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Beat Feuz poniéndose el mono

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Venier y Schmidhofer, que han acabado en las dos primeras posiciones en la clasificación final de la disciplina

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Este casco me suena... Tina Weirather, la ganadora de los dos úlimos globos de Super G

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Nicol Delago buscando la concentración

En general los corredores están bastante solos. Se intentan aislar e interaccionan poco con su entorno.

Pero también se trata de poder ver algo del trazado. No es fácil, pero acabas accediendo a algunos puntos interesantes. A medida que vas bajando, encuentras zonas donde ver la carrera.

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Jansrud en el tramo de salida

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Detalle de la triple protección, una garantía

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Subiendo por la silla se ven partes del trazado

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La zona de meta es donde está el mayor espectáculo. Pantalla gigante, tiempos, gradas, animación,... Te quedas enganchado. La zona de la trastienda de la llegada es otra de las zonas que no se ven demasiado por TV. Los corredores van interaccionando entre ellos y con sus entrenadores.

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La grada a tope durante las dos carreras

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Y en la zona de la trastienda de la llegada, que nunca se ve por TV

Y finalmente, los podios. Estamos en las finales y, además de los trofeos de la prueba, se entregan los globos de cristal de cada disciplina. Es una buena oportunidad para quedarse hasta el final y asistir a la entrega.

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Así lucen los trofeos del fabricante alemán Joska hasta el momento de repartirlos

Y tras una ceremonia sencilla, los protagonistas se van a casa con los trofeos.

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Y tras los trofeos, hora de volver. Pero siempre te puedes encontrar con alguna cara conocida por la zona...

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Para tener todo el detalle de cómo ha ido el descenso, puedes consultarlo aquí: https://solonieve.es/blogs/el-blog-de-urzaiz/el-descenso-en-la-copa-del-mundo-de-grandvalira/

Ha sido una experiencia enorme poder estar en un descenso de la Copa del Mundo. Puro espectáculo. Gracias Grandvalira por montar estas finales. Y ojo, que esto no ha hecho más que empezar. ¡Volveremos! Y a ver si podemos ver a Carolina Ruiz y Luc Alphand, que son embajadores de las finales.

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