Tengo q escoger ahora, junto a mi skiman, cual de los cuatro pares usaré en mi bajada… Todo depende de lo que nos transmitan por radio después de los veinte primeros corredores… La nieve puede ser absolutamente diferente entre la parte alta y la baja del trazado. Ya lo hemos visto estos dos días de entreno… Tengo un par absolutamente preparado para esta condición. Ellos son los que tienen que llevarme volando a la meta y ayudarme a clasificarme lo más alto que pueda.
El mono es precioso. El color blanco, solo roto por los colores de mi país en las pantorrillas y las muñecas… mis botas relucientes, de color verde. Mis palos son cinco cm mas largos de lo habitual para tener mejor equilibrio en esta rápida y revirada pista. Y el casco… hoy llevo una edición especial, pintada expresamente para la ocasión y firmado. Después de la competición va a ir a una subasta benéfica para ayudar a niños con cáncer. Espero que el resultado de la subasta supere el mío propio en este difícil pero bonito descenso….
Estoy muy motivado y algo nervioso. Destenso mi cuerpo con los ojos cerrados, analizando en mi mente cada metro de la bajada… La pista, exigente como pocas, ha sido una grata sorpresa. Es rapidísima, muy técnica y dura, pero muy bonita. Es absolutamente estética. Me gusta. El día luce soleado y el ambiente arriba es frío. Por el momento todo está yendo bajo el plan previsto… mi mente repasa una y otra vez el recorrido. A la vez estoy en leve movimiento continuo para no perder calor y mantener mi musculatura a la temperatura adecuada. No hay mucha conversación. Todos los corredores estamos inmersos en nuestro propio pensamiento.
Se van sucediendo las bajadas y me aparto totalmente del sonido de los walkies… no quiero que ningún comentario me distraiga. Tengo la mente clara y mi cuerpo está preparado. Justo en este momento mi skiman me llama. Un par de esquís impolutos me esperan posados en la nieve. Dos comentarios después, me limpian las botas y entro en las fijaciones. Mi skiman da un repaso más al conjunto y cuando tengo el visto bueno me dirijo a la caseta de salida.
Tres por delante mío… mi corazón se acelera y lo tengo que controlar. En un momento pasan mil imágenes por mi mente, pero las desecho y vuelvo a repasar los puntos más complicados. Entro en la caseta… ya me toca. Toda la montaña a mis pies… impresiona. Oigo los gritos del público como lejanos a pesar de que están a escasos metros… estoy dentro de mi, absolutamente concentrado…
3, 2,1 ¡piiiip! Antes del pitido ya he iniciado el movimiento, apoyado totalmente en los palos y mis piernas han tirado atrás para pasar por el portillón al segundo. Noto la fuerza en mis brazos y entro en la pista con toda mi potencia.. doy dos pasos de patinador y me pongo en huevo… ya voy muy rápido y la primera puerta un poco a la izquierda es solo para abrirme a la segunda curva a la derecha, una larga parábola y tras una corta recta me lleva a la primera curva complicada a la izquierda, corta y cerrada, que desemboca en otra de derechas cortada por un rasante que me lleva casi fuera de la línea por primera vez… no he volado, pero casi… y enseguida tengo que ponerme las pilas para aguantar la fuerte curva a la derecha que entra en la primera diagonal contra pendiente, en la que los esquís no quieren estar quietos en la nieve, rebotando por mor de la fuerza que tengo que poner en ellos para esquiar dentro del trazado.

Entro en la siguiente curva a la izquierda, por suerte bastante plana, pero seguida de otra a la derecha que está cortada por un peralte y de nuevo me salgo fuera de linea en vuelo rasante… recupero la linea ¡para no comerme la siguiente bandera roja!
Entro en una fuerte y corta pendiente antes de una de las secciones mas técnicas del descenso y un pequeño giro a la derecha me mete de lleno en la larga y rápida curva de derechas a una velocidad endiablada… me dan ganas de frenar antes de entrar en la corta de izquierdas que desemboca en el primer salto… no entro bien encarado, pero el vuelo es corto y solo tengo que recomponerme un poco en la cortísima recta para esquiar una de las secciones mas complicadas… la travesía de derechas en contra pendiente, donde los esquís son difíciles de mantener en la pista, la mano derecha va dando golpes a la nieve y las piernas ya no quieren responder al cerebro… hay que coger fuerzas para la redonda y larga curva de izquierdas, en la que me mantengo en medio de la trazada, la única linea que no me va a llevar fuera de la pista en la curiosa y estética S que llega a continuación, donde en cada una de las curvas vuelo un poco, pero en la segunda me voy fuera de la linea azul… sin tiempo para descansar, vuelvo a entrar en la corta recta que sigue y de nuevo una curva con un vuelo corto a la izquierda.
Encaro la nueva larga S sin poder ponerme aun ni una sola vez en posición huevo. Una a la izquierda, una nueva a la derecha en la que entro pasado pues he volado justo antes de la entrada, algo que no había pasado en las tres bajadas de entreno anteriores… ¡debo ir muy rápido! Entro en la nueva curva de izquierda, dándole un buen viaje al palo, cosa poco recomendable en un descenso, pero necesario, pues el angulo te saca fuera de la linea azul y hay que volver rápidamente durante la curva de derecha para encarar la siguiente a la izquierda y el salto medio que llega después. Y ahora si… en la pendiente recta siguiente con una ligera curva a la derecha, puedo ponerme en posición huevo un minuto treinta y cinco segundos después de haber salido. Logro mantenerlo hasta la siguiente suave curva de izquierdas con nuevo salto, intentando seguir en posición huevo, lo que consigo a medias, y encaro la larga recta, la más rápida, desembocando en un salto tremendo, de más de treinta metros e invisible desde la recta. Justo cuando pase por la bandera voy a empezar a volar… pongo las manos lo mas abajo posible y vuelo largamente por encima de la pista con ganas de volver a tocar nieve… aterrizo bastante mal, pero sin tiempo a lamentarme, pues llega una curva de izquierdas, seguida de dos curvas bastante suaves y que me permiten mantener la posición huevo y una considerable velocidad hasta el larguísimo y temible último salto, que cojo pegado a la izquierda del trazado y treinta metros después, aterrizo fuera de la línea a unos escasos cuarenta metros de la meta, pero vuelvo a entrar entre lineas y la cruzo…
Estoy absolutamente roto, con unas piernas que a duras penas aguantan la larga frenada. Cada bocanada de aire me quema los pulmones, pero, ¡que bonito descenso! Cuando puedo miro el marcador y… ¡voy noveno! ¡no está nada mal para un dorsal veintitantos! ¡Que alegría! ¡esto va a revalorizar la subasta del casco! y esto es ya un premio de por sí.
Los datos de este descenso Olímpico.
Longitud del recorrido 3.495 metros
Desnivel 1.075 metros.
27 curvas, quince de izquierdas y diecisiete de derechas.
Velocidad media 99.695 km/h
Velocidad máxima 132.9 km/h
Descenso vertical medio 8,516 m/s
Tiempo total de esta bajada 2.07.34
Dos saltos de más de 25 metros
Desde que ha sonado el «piiip» en tu lectura hasta que has cruzado la meta, si no te has entretenido, debes haber tardado 2:37:00 segundos leyendo esta bajada, medio minuto mas que el tiempo real, pero un tiempo probable para un esquiador bueno en este bonito descenso olímpico.
Enorme, como siempre! Me has transportado a un portillón.
Gracias Powder! a ver si alguien logra sacar la bajada que es! es un reto!Solo hay dos pistas en todo el articulo, pero muuuuy finas….
Hombre, es Sochi, no?
¡Muy buena Friki! Nunca me había concentrado tanto. Gran relato y gran experiencia ¿vivida o inventada?
Gracias Alvaro… La intención era esa, transmitir lo que pasa en la cabeza de un corredor, dentro del trazado, casi al segundo… La lectura es mas lenta que el pensamiento, pero se adapta a un tiempo probable de un buen esquiador, 2.37.00. Medio minuto más que el tiempo real de la bajada real, en 2.07.46. =)