Las presentaciones sobran. Cualquier esquiador o amante de la montaña de nuestro país sabrá perfectamente las maravillas que puede encontrar en Panticosa.
Es un lugar idílico, de esos en los que a nadie le importaría quedarse incomunicado unos días. De hecho, es algo que ya hemos comentado en alguna ocasión entre amigos.
El Valle de Tena es de una belleza embriagadora y debemos decir que, si puedes completar la experiencia alojándote en el Balneario de Panticosa, entonces no querrás salir de allí jamás.
Las prominentes montañas que lo rodean te cortan la respiración. Pero no es solo eso. Tiene algo, que no puedes tocar ni ver, pero sí sentir, que hace que te quedes enamorado.
No vamos a negarlo, es un lugar ideal para una escapada en solitario para encontrarse uno mismo, y un lugar como pocos para ir en pareja.
Pero también es perfecto para disfrutar unas vacaciones en familia sin renunciar a tener algún momento en pareja.
La cuestión es que el valle y el balneario ofrecen la posibilidad de pasar unas vacaciones de montaña envidiables, por eso queremos compartir con vosotros todo lo que podríais disfrutar allí, comenzado por la oferta de actividades, que no es pequeña.
Actividades para todos los gustos y edades
Situadas sobre el río Caldarés, las pasarelas de Panticosa os impresionarán lo pasos que cuelgan de la propia pared del congosto.
El recorrido dura alrededor de una hora y tiene una longitud de 800 metros con un desnivel de 160 metros. Una vez se han dejado atrás las pasarelas, y tras una comedida subida en la que iréis encontrando algunos Bunkers de la Línea P, os esperará el Mirador O Calvé con las mejores vistas de Panticosa.
El Tren El Sarrio os llevará de Panticosa al Valle de la Ripera, donde tendréis a vuestro alcance varias rutas (aptas para niños y adultos) y una zona habilitada con mesas de picnic. Por último, darse un bañito en las pozas del valle es la guinda ideal para acabar de vivir una experiencia de 10.
Otra actividad ideal para disfrutar en familia. La subida desde el pueblo de Panticosa hasta la cota 1.900 de la estación, atravesando frondosos bosques y con las pistas de esquí de fondo, dura unos 10 minutos.
Una vez arriba tenéis varias alternativas. Para un día más relajado, podéis disfrutar de los servicios de la estación en verano: con cafetería, terraza, solárium, boutique y parque infantil.
Pero desde allí también parten varios senderos hasta el lago de Sabocos. La ruta para llegar al ibón no es de más de 30 minutos andando y, si queréis, podéis seguir unos 20 minutos más hasta llegar al lago de Asnos.
Emplazo en el pueblo de Piedrafita de Jaca, el parque es un lugar que permite ver animales en libertad a lo largo de sus 30 hectáreas de extensión.
Allí encontraréis desde animales tan impresionantes como osos, bisontes, lobos o bovinos de heck, hasta muflones, renos, ciervos, linces, zorros o sarrios entre otros.
Con una longitud de 1 km y 120 metros de altura, en Hoz de Jaca encontraréis la tirolina doble más larga y alta de Europa en la que podréis alcanzar hasta 90 km/h.
El patrimonio cultural y natural de la comarca y los valles es excepcional y encontraréis mil lugares interesantes, ya sea en el Parque de Ordesa, haciendo la Ruta del Serrablo, o visitando el Parque Temático “Pirenarium”, el Museo de Dibujo “Castillo de Larrés”, el Monasterio de San Juan de la Peña o La Ciudadela de Jaca.
Y esto no son más que unos pocos ejemplos de la gran cantidad de lugares de interés que encontraréis.
Si lo que os apetece es hacer deporte y probar nuevas disciplinas, en lugar de tanta visita, también estaréis en el lugar ideal porque en el Pirineo aragonés la oferta deportiva es inmensa.
Si os apetece agua, podréis practicar rafting, hidrospeed, kayac, remo y otros. Si preferís la tierra, entonces tenéis el bikepark, bici/slalom, motocross, quads, alpinismo, tiro con arco, espeleología…
¿Queréis algo diferente y especial? Entonces quizá prefiráis un paseo en helicóptero o hacer un vuelo en avioneta, planeador o ultra ligero.
Dónde alojarse
Por supuesto, opciones hay un montón, ya sea en el Valle de Tena, o en cualquier otro enclave del Pirineo aragonés, pero como os decíamos, el balneario tiene algo mágico. Eso, y que las instalaciones son de lujo.
Aunque luego os hablaremos de otras alternativas en alojamientos, comenzaremos por presentaros un poco mejor este privilegiado e histórico lugar.
Situado a 1.636 metros de altitud, el balneario está en el interior de la cubeta glacial del río Caldarés, con paredes granitas y picos de más de 3.000 metros de altura.
Imaginaos lo que se siente estando rodeado de esos gigantes tan cerca de ti… Es como estar en un episodio de Juego de Tronos o en Rivendell (El Señor de los Anillos).
Pero al margen del inigualable paraje, el balneario ofrece un montón de comodidades que agradeceréis después de un intenso día de actividad y sus aguas termales emergen de la tierra a una temperatura de 53ºC, siendo una de las de mayor termalidad peninsular y europeas, con características iónicas alcalinas blandas, fluoradas, sulfuradas, bicarbonatado sódicas y oligometálicas.
Además de 2 hoteles 4 estrellas (el Gran Hotel y el Hotel Continental), el complejo dispone de 3 centros de centros de aguas termales:
Termas de Tiberio, con más de 8.500 m2 dedicados al agua, cuenta con piscina exterior, igloo, piscina de hidromasaje, piscina aromática, piscina oval con cromoterapia, sauna finlandesa, baño turco y hammam.
No falta una zona de cabinas en la que poder realizarse gran cantidad de tratamientos y los clientes de las termas tienen acceso al gimnasio (con unas vistas que os desconcentrarán seguro).
El Balneario del Quiñón, en el que históricamente se trataban afecciones médicas gracias a las propiedades de sus aguas minero-medicinales y termales, vuelve a estar 100% dedicado a la recuperación de pacientes y sus dolencias médicas.
Por último, está el espacio termal Gran Hotel que también utiliza el agua de la Fuente de Tiberio. De carácter acoger gracias al oscuro mármol con el que está decorado, es el espacio termal más exclusivo del complejo. Cuenta con 2 piscinas termales, vaporarium, cubo sueco, zona de descanso y también puede realizarse tratamientos.
Como esperaríais de cualquier hotel, el Balneario de Panticosa también ofrece una variada oferta gastronómica con los 5 restaurantes del complejo.
El restaurante El Lago que ofrece platos de la zona; La Brasserie, donde además de una variada carta de entrantes destacan las carnes a la brasa hechas en parrilla Josper; La Fontana, con una extensa carta con la cocina italiana como protagonista; el Buffet del Hotel Continental I, que ofrece todos los desayunos del hotel además de comidas y cenas tipo bufet y la Cafetería el QBO.
El Balneario de Panticosa también cuenta con servicio de guardería en Termas de Tiberio, para que los padres puedan relajarse en las instalaciones termales mientras los peques se divierten.
Por último, durante los fines de semana, puentes y festividades de invierno, ofrecen a sus clientes una amplia oferta de animación guiada, segmentada por edades.
Otros alojamientos en la zona
Como os decíamos, el balneario no es el único lugar en el que podéis alojaros si queréis ir de vacaciones a Panticosa y sus alrededores. El Valle de Tena es una zona conocida en la que encontraréis gran cantidad de hoteles o apartamentos turísticos con una amplia variedad de precios.
En Sallent de Gállego encontraréis muchos de ellos, con un cálido ambiente de montaña como el que ofrecen los hoteles HG Alto Aragón, Aragón Hills o el Hotel Almud, de aire clásico.
En la página web del Valle de Tena, en la sección alojamientos, encontraréis un montón de propuestas.
También tenéis la opción de Booking, podéis buscar directamente por Valle de Tena, donde encontraréis todo tipo de alojamientos, como hoteles, apartamentos, hostales o albergues, con precios que a finales de junio pueden arrancar en 35-40 euros la noche para 2 personas.