Hoy es el Día Mundial de los Océanos y no es esta precisamente la noticia que más esperáramos relativa a estas grandes masas de agua.
Hace dos días, la agencia EFE compartía una noticia en la que anunciaban que se ha valorado el capital natural de los océanos en unos 24 billones de dólares.
Puede parecer mucho, aunque no deja de sorprendernos el mero hecho de se cuantifique su valor económicamente, pero ya que se ha llegado a este punto, casi que nos parece incluso poco teniendo en cuenta que nuestra subsistencia depende de ellos, así como del resto del entorno natural de nuestro planeta.
Invertir en sostenibilidad, una apuesta de futuro
Pero más nos ha preocupado saber que los recursos naturales de los océanos están disminuyendo demasiado rápido.
Además, para aquellos que tengan una visión más economista del mundo, Leon Kamhi, jefe de Responsabilidad en Federated Hermes Limited, alerta que “la falta de protección de los ecosistemas marinos tendrá consecuencias negativas para la economía mundial pues supone un riesgo sistémico para las inversiones a largo plazo”.
Kahmi, también advierte de que no solo existen los riegos obvios para los modelos de negocio relacionados con el turismo, sino que los cambios en el nivel del mar, así como “huracanes más fuertes y frecuentes, también suponen un riesgo físico para las empresas situadas en zonas costeras”.
Además, no hay que olvidar que la vinculación de una empresa con la contaminación de los océanos, u otros crímenes medio ambientales, puede acabar siendo gravemente perjudicial para la reputación de la empresa y para su capital.
Ver la decadencia de nuestros recursos naturales desde un punto de vista tan puramente capitalista, o pensar en la pérdida de empresas en lugar de las pérdida humanas, es algo que jamás se nos había pasado por la cabeza.
Sin embargo, pensándolo con un poco más de frialdad, mientras el fin sea lograr que todos nos concienciemos y cuidemos más nuestro entorno, si funciona, no nos pondremos tiquismiquis con los motivos que puedan incentivar esas acciones positivas.
Y si estas explicaciones convencen y animan a un número mayor de gente a cuidar de los océanos y nuestro entorno en general, bienvenido sea.
Por lo dicho anteriormente, Leon Kamhi anima a las empresas a ser conscientes de su dependencia de los océanos y a controlar y examinar el impacto de sus acciones en estos.
Si queréis saber más sobre la tribuna “Haciendo olas para proteger nuestros océanos” de León Kamhi, os la podéis descargar en EFE Verde.