«Hola, me han dicho que todo ha salido bien». Son las primeras palabras de Paul de la Cuesta tras la operación realizada este viernes en la Policlínica Gipuzkoa de la caída que sufría en el descenso de la Copa del Mundo de Wengen (Suiza) y a consecuencia de la cual se fracturaba la tibia y el peroné. Consciente y animado, el esquiador vasco de la RFEDI atendía nuestra llamada y repasaba la dura caída que tiraba por tierra su temporada y lo dejaba en el dique seco.
Paul, ¿cómo fue la caída?
Fue como si el esquí me escupiera y no lo pude controlar. Es un descenso muy largo y muy exigente, y cansado.
¿Fuiste consciente de la gravedad de la lesión?
En el primer momento no. De hecho intenté ponerme de pie y bajar 50 metros esquiando. Me ayudaron a levantarme, pero en cuanto puse un pie en el suelo vi que quería, pero que no podía. Vino un helicóptero a buscarme y en diez minutos estaba ya en el hospital.
¿Mucho dolor?
Al principio, quizá por la adrenalina y el cansancio no, la verdad. Me dolía, y me dolía mucho, sí, pero se podía soportar.
De verdad, ¿intentaste apoyar el pie?
Sí, sí y vi que no podía. Entonces me quité la bota y vi que sobresalía un bulto por uno de los lados que no era normal. Más que asustarte ante ello, debido a la tensión que acumulas, lo que me vino fue un bajón, ya que en breve venía un periodo muy bonito de carreras, que me hacían mucha ilusión, como el Mundial de Beaver Creek.
Y, ¿qué te han dicho los médicos tras la operación?
Me animaron. Me dijeron que todo había ido bien, pero después de las anestesia general me ha costado despertarme. En principio vamos a trazar un plan de seis meses vista, y ya veremos cómo evoluciona.
Ahora, lo importante es una buena recuperación.
Sí, sí, espero hacer una buena rehabilitación y a los tres meses hacer ya vida más o menos normal. Espero llegar en condiciones para empezar de forma correcta la pretemporada. Lo importante, como dices, es recuperar bien y no querer tener prisa. Es mejor ir con cabeza que no querer forzar y después tener que parar porque no te has recuperado como era de esperar.
Y, ¿es ésta tu caída más grave?
Hace nueve años me rompí cuatro costillas con neumotórax, colapso pulmonar.
Bueno, como ya dijimos en su momento, ahora sólo queda desearle a Paul de la Cuesta una pronta y certera recuperación y que llegue bien al inicio de la pretemporada del próximo invierno, para seguir deleitándonos con sus carreras. ¡¡¡Ánimo Paul!!!
Así fue la brutal caída de Paul de la Cuesta y así la contamos
Nos duele el alma la tener que dar esta noticia, y es que Paul de la Cuesta se ha roto. El esquiador vasco de la RFEDI se iba contra las barreras de protección del entrenamiento del descenso de la Copa del Mundo en Wengen (Suiza), con el fatal resultado de la rotura de la tibia y el peroné. ¡¡¡Qué mala suerte!!! Ni que decir tiene que todo el equipo de Solo Nieve le desea una rápida recuperación.
Éstas eran sus palabras explicando lo sucedido:
«No pude terminar el entrenamiento oficial de DH de Copa del mundo en Wengen. Desgraciadamente me descontrole en una de las últimas curvas haciéndome volar a las redes, rompiendome en la caída la tibia y el peroné… Fue un día muy duro, pero estas cosas pasan, y más a las velocidades a las que vamos… Es una pena ya que estaba en un buen momento, me sentía cómodo sobre los esquís y con mucha confianza para lograr buenos resultados. Pero cuanta más confianza, más arriesgas, vas más rápido, por lo tanto asumes más riesgos.
Llega en un momento muy difícil de asimilar ya que tenía muchas ganas de estrenarme en Kitzbühel y de correr en el mundial de Beaver Creek, en el que un gran grupo de amigos y familiares se había animado a venir a animarme. Me esperan días duros lejos de las pistas, por lo que se agradece mucho todo el apoyo recibido por todos.
Espero volver pronto y seguir dando guerra!!!
Gracias a todos!!!!»
