Tras el flojo inicio en Sölden (Austria), Lindsey Vonn partía con muchas ganas en el descenso de la estación canadiense de Lake Louise, pero una vez más la suerte, o no, le fue esquiva, después de sufrir una seria caída que aparentemente quedó en nada, más que en un enorme susto.
La esquiadora de Vail (USA) partía con todo con el dorsal 17. Salió a por todas desde el primer metro, deslizando bien, y marcando el mejor registro de todas las esquiadoras que habían bajando antes que ella, y, cuando nada hacía pensar que iba a sufrir una caída, Lindsey se fue al suelo en un punto sin aparente dificultad.
Vonn perdía el control de su esquí exterior, se abría de piernas –con el peligro para sus rodillas–, salía volando y se estampaba contra las redes protectoras. Saltaron todas las alarmas, al quedar enganchada en las redes, sin moverse.
Vonn appeared ok after nasty crash. #fisalpine pic.twitter.com/xLQEOc8mI9
— max_ski (@max_ski) 1 de desembre de 2017
Avanzaban los minutos y el corazón de los aficionados estaba paralizado. Llegaron las asistencias y a los pocos minutos veíamos a Vonn ya de pie, con cara de pocos amigos, pero más entera de lo que se podía pensar minutos antes.
Vonn se puso de pie y completó el recorrido por orgullo, yendo pensando, pensando el por qué de lo ocurrido y recibiendo el apoyo0 de los aficionados.
Posteriormente ella misma comunicaba que estaba bien y que sí, pese al golpe y al dolor, estaría en el siguiente descenso hoy sábado de Lake Louise (Canadá).