Vuelta a Masella y… ¡sorpresa!

Tras un fin de semana glorioso en la estación de Boí Taüll, volvíamos a casa. Pero llevamos muchos días de intenso calor y la verdad es que algo en mi interior se temía lo peor. Sí, para mucha gente que vive en Barcelona, parece increíble que mientras allí se va casi en manga corta, se pueda esquiar. Y claro, uno es optimista por naturaleza pero el ambiente acaba minando un poco. No lo teníamos claro. Esperábamos que pudiera pasar lo peor: nieve en mal estado, las zonas bajas fatal. Pero sobretodo, un deterioro general inmenso desde el último día, de aquellos que cuando llegas y ves cómo está la cosa, te desanimas. Es lo que tiene este deporte, que no hay dos días iguales.

Pero no, nos hemos llevado una grata sorpresa. Hemos estado sobretodo en Masella pero también hemos visitado La Molina y hay que decir que aguantan en muy buen estado. Y por suerte, este calor ya llega a su fin.

Circunstancias familiares hacían que, por primera vez en mucho tiempo, tuviéramos que hacer un sube y baja. Somos unos privilegiados de poder tener unas estaciones tan potentes a tan poco tiempo de casa. Total, que saliendo poco después de las 7 de la mañana, llegábamos al parking de Masella a las 8:40. Aprovechando que había carrera de masters en Ordino, no había entreno y el junior estaba entrenando, me busqué un gran socio para aprovechar el día. Y nada, mandas un whatsapp y en un momento nos juntamos Jordi de Ski The East y un servidor para hacer unas buenas bajadas.

Un poco de Masella, un poco de La Molina, más Masella,… Cuando vas con el socio adecuado, todo es perfecto. Y este es uno de los mejores compañeros de esquiada que se puede tener, así que salió un día redondo. Un día que recuerda a los de primavera, cosa que confunde un poco. Tenemos el tiempo loco y da la sensación de que estamos en los finales de la temporada. Pero no. que queda medio febrero, marzo y abril, así que esta semana volvemos a ponernos en el modo frío y ¡a seguir!

Es peligroso subirse a una silla con este individuo. ¡Puede pasar cualquier cosa!

Hubo tiempo para salir un poco de la zona clásica y hacer alguna bajada fuera del dominio. La nieve aguantaba perfecta. Cuando nos metemos por estos sitios, siempre nos viene a la cabeza que estamos en una estación muy guay.

Cuanto más alto, mejor. Y en la Tosa, aguantó todo el día en unas condiciones magníficas.

A las 14h reagrupamiento familiar y vuelta para casa. Una jornada de lujo y la tarde del sábado aún por aprovechar.

Pero si algo me supo mal de no poder esquiar el domingo fue no poder probar el material de Völkl de la temporada de viene, pues había us test en Masella. Le tengo el ojo puesto a esos Racetiger GS rojos con una estética que recuerda a los antiguos Zebra. Son los que llevaba Alice Robinson cuando venció en Kranjska Gora.