¿Qué tal queridos amigos? ¿Cómo ha ido el verano? Espero que todo esté en orden y ya estéis de vuelta a la rutina que nos acompañará hasta la caída de las primeras nieves. No falta mucho para esquiar, sé que se nos hará largo, pero tenemos el esquí a la vuelta de la esquina.
Ahora es tiempo de recuperar la forma física si es que la habéis perdido. De recuperarnos de alguna lesión si tenéis la mala suerte de estar lesionados, como es mi caso ahora. Siempre pensando en nuestro objetivo, que es empezar a esquiar cuanto antes mejor. No creo que tardemos más de 70 días. Así que ya podemos podernos a trabajar.
El año pasado tuve la suerte de poder empezar a esquiar el 17 de octubre, no es una fecha corriente, pero tampoco es tan difícil. Recuerdo que nos cogió un poco por sorpresa a todos, y que luego no hubo más nieve en bastantes días, además de distintos tipos de confinamiento y restricciones. Esperemos que esa etapa ya quede atrás y este año se pueda esquiar casi con normalidad.
Lo ideal es siempre no dejarse mucho, pero el verano puede ser muy traicionero y hace bastante mella en nosotros. No tanto, a lo mejor, en laforma física, como en nuestra capacidad para afrontar nuevos retos con la energía necesaria. Desde aquí os animo a que no os dejéis llevar por la pereza. Estos días de inicio no son fáciles para nadie, pero se pasarán muy pronto, no os quepa duda.
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Ya estamos en marcha, seguimos aquí leyéndonos y preparando una temporada que, seguro, nos traerá muchas sorpresas. Un saludo, ya queda muy poco para esquiar, nos vemos de nuevo enseguida ...